Este mousse de calabaza y cacao es una deliciosa celebración de los sabores otoñales, combinando la dulzura terrosa de la calabaza Hokkaido con el rico amargor del cacao. Es un postre sorprendentemente simple pero elegante que se siente indulgente sin ser demasiado pesado. Inspirada en los mousses de frutas europeos tradicionales y la abundancia estacional de calabazas, esta receta ofrece un giro más saludable a los pudines clásicos. La calabaza Hokkaido, conocida por su color vibrante y su sabor naturalmente dulce y a nuez, combina maravillosamente con el cacao, creando una profundidad que sorprenderá y satisfará tu paladar. Es perfecto para un capricho acogedor por la noche o una adición sofisticada a tu mesa festiva, ofreciendo una opción de postre reconfortante y saludable.
Ninguno
Fácil
30 min
Picor
Ninguno
Dificultad
Fácil
Tiempo
30 min
Preparación
10 min
Cocinar
20 min
Alérgenos
Vegetariano
Pescetariano
Halal
Sin gluten
Calabaza Hokkaido
450 gramos
Cacao
3.5 cucharadas
Leche
50 mililitros
Crema
200 mililitros
Miel
3 cucharadas
Extracto de vainilla
1 cucharadita
Sal
1 pizca
¡Todo listo! ¡A disfrutar!
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Prepara la Base de Calabaza
1
Primero, corta tu calabaza Hokkaido en rodajas. Querrás pelar la piel de estas rodajas para obtener la mejor textura en tu pudín.
2
Ahora, cocina la calabaza hasta que esté suave y deliciosa. Puedes cocinarla al vapor durante unos 15–20 minutos o asarla en el horno durante aproximadamente 25 minutos a 200°C (392°F). Una vez cocida, déjala enfriar un poco.
Mezcla la Preparación del Pudín
1
En una licuadora o procesador de alimentos, combina la calabaza enfriada, 3-4 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar, 3 cucharadas de miel, 50 ml de leche, 1 cucharadita de extracto de vainilla y una pizca de sal.
2
Licúa todo hasta que la mezcla esté perfectamente suave y cremosa. No olvides raspar los lados de la licuadora una o dos veces para asegurarte de que todo se incorpore por completo.
Termina y Ajusta el Mousse
1
En un bol aparte, bate los 200 ml de nata hasta que forme picos suaves y esté espesa.
2
Incorpora suavemente la nata montada a tu mezcla de calabaza y cacao. Esto le dará esa textura de mousse ligera y deliciosa.
3
¡Ahora es el momento de probar! Si está un poco demasiado amargo para tu gusto, siempre puedes añadir un poco más de miel. Si lo sientes demasiado espeso, un chorrito más de leche ayudará.
4
Si te sientes aventurero, también podrías añadir una pizca de canela, cardamomo o un poquito de café instantáneo para realzar la profundidad del sabor. ¡Solo una sugerencia!
Enfría
1
Divide el mousse uniformemente en cuatro vasos o pequeños cuencos. Colócalos en el refrigerador para que se enfríen durante al menos 2 horas. Esto permitirá que el pudín se asiente y desarrolle completamente sus sabores.
Sirve
1
Cuando estés listo para servir, ¡siéntete libre de ser creativo con tus aderezos! Chocolate rallado, semillas de calabaza tostadas crujientes o una pequeña cucharada de crema de coco batida serían adiciones fantásticas.